Son una de las lesiones más comunes a día de hoy. Todos hemos
oído alguna vez la palabra hernia o protrusión, pero ¿sabemos realmente que son
y cómo se generan?
Como ya sabemos la columna
vertebral es un conjunto de 33-34 vértebras superpuestas que se articulan entre
sí a través de pequeñas articulaciones y de los discos intervertebrales
(estructura principal que se ve afectada en hernias y protrusiones). Van desde
la base del cráneo hasta el cóccix.
La columna
no sólo está compuesta de vértebras y discos sino también de músculos,
encargados del movimiento y mantenimiento del equilibrio (desequilibrio =
dolor), ligamentos (unión de los huesos) y nervios (encargados de la llevar y
recibir información a través de la médula espinal).
¿Qué es y para qué
sirve el disco?
Es una estructura similar a una esponja, situada entre vértebra y vértebra, que
absorbe las fuerzas que sufre la columna. Está compuesto en gran medida de agua
y cuando se debilita lo primero que hace es deshidratarse y por consiguiente
desquebrajarse.
Está formado
por:
-
Un
núcleo pulposo (centro). Formado principalmente por agua.
-
Un
anillo fibroso (alrededor del centro). Capas concéntricas de colágeno que
protegen al núcleo.
Según el nivel vertebral tienen distinta forma. En cervical y
lumbar son más altos en la parte anterior mientras que en dorsal son más altos
en posterior. Es por esto por lo que las zonas más comunes donde encontramos
estas lesiones sean en cervical y lumbar.
Como ya hemos dicho anteriormente el disco se encarga
principalmente de absorber y transmitir las fuerzas que se generan en la
columna, y no de soportar el peso como creemos.
De la función de soportar el peso se encargan las curvas
fisiológicas de la columna. Si miramos la columna vertebral de frente parece
una línea recta, pero si la miramos de perfil observamos dos tipos de curvas:
- Cervical
y lumbar: Cifosis (cóncavo hacia atrás).
Dorsal
y sacro: Lordosis (cóncavo hacia delante).
Esta disposición de las vértebras le da flexibilidad a la
columna y permite que sea muy resistente
para soportar carga.
Cuando se produce un desequilibrio de las fuerzas que recibe
el disco, ya sea por una alteración de las curvaturas de la columna
(rectificación o aumento de la curva) o desequilibrio muscular (debilidad o
sobrecarga), es cuando el disco se ve dañado. Teniendo en cuenta la proximidad
del resto de estructuras alrededor del disco (ligamentos, articulaciones
vertebrales, nervios…), una vez dañado el disco se ven afectadas también estas
estructuras. Siendo los nervios los principales informadores de cómo se
encuentra cada zona, de ahí la gravedad de una afectación nerviosa debido a la
lesión.
Mientras el cuerpo sea
capaz de compensar esos desequilibrios no aparecerá sintomatología (dolor,
rigidez, espasmos musculares…). El
tamaño y la severidad de la hernia o protrusión discal no tiene correlación en
los pacientes con el grado de dolor, es decir, que las hernias pequeñas pueden
lastiman e inhabilitan de la misma manera que las hernias grandes e igual pasa
con las protrusiones.
Hay que tener claro que una protrusión
es el paso previo a una hernia. La diferencia entre ambas es que:
-
En
las hernias hay roturas de las fibras más externas del anillo y salida al
exterior del núcleo.
-
En
las protrusiones hay roturas de fibras internas y el núcleo se desplaza en la
fisura discal haciendo protruir el disco.
Ambas pueden provocar un estrechamiento
del canal medular.
Una hernia es la consecuencia de
un deterioro del disco por microtraumatismos repetidos, o por que las fibras
del anillo han empezado a degenerar.
Una vez el disco se ha herniado,
podemos encontrar diferentes tipos de hernias dependiendo de la dirección en la
que salga el disco al exterior. La más frecuente es la postero-lateral debido
al movimiento de flexión de la columna.
Como muchas otras lesiones podemos
tener una hernia o protrusión y no ser
conscientes de ello hasta que no duelen o muestran algún otro tipo de síntoma.
Ya hemos explicado anteriormente que esto se produce debido a un desequilibrio
del cuerpo donde englobamos la movilidad, fuerza y elasticidad de los tejidos.
Que mejor manera de recuperar o no perder estas propiedades que a través de la
actividad física.
Por ello ERGOACTIV propone el
ejercicio como terapia y prevención de posibles lesiones. Se consciente y
cuídate moviéndote.
Maite García Mtz.
Grado en Fisioterapia.
Especializada en osteopatía y traumatología deportiva.
Muy buen artículo sobre el Dolor de Espalda, me gusto y lo encontré interesante. Acá comparto más que les puede ayudar mucho sobre el Dolor de Espalda riñones, espero que les ayude: https://dolordeespaldaconsejos.com/dolor-de-espalda-rinones-esta-relacionado/
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